El Ser Humano

El Ser Humano

Hace poco entré a uno de los talleres de Santiago Molano, sin tomar mucho café para mantener mi sistema nervioso tranquilo, porque sabía que alguna frase de él chocaría contra mi línea de pensamiento. 

El primer video que mostró reunía imágenes del universo: animales, planetas, desiertos, bosques, ríos y mares. Nos recordaba la perfección del universo, cómo todo siempre cumple su parte y propósito. Pero ese mismo video terminaba con la destrucción causada por el ser humano, llevándonos a la pregunta: ¿por qué, si el universo es perfecto, el ser humano parece que no lo es? Es difícil explicar que el ser humano es bueno por naturaleza cuando no son solo las noticias las que muestran la crueldad de nuestra especie; también cómo se tratan algunas parejas, los pitos en semáforos, la impaciencia en las filas, las prioridades del sistema. 

Si el ser humano nace bueno o malo puede ser una de las discusiones más antiguas y fascinantes de nuestra existencia. Pero en esta discusión infinita entre lobos y dioses, solo hay pensamientos, no verdades absolutas. Me pregunto: ¿qué tenemos todos los seres humanos que no se pueda debatir? Dualidad y conciencia.

Somos seres duales, como el universo: la noche frente al día, la muerte frente a la vida, la luna opuesta al sol. Todos llevamos dentro este principio. Sin embargo, como humanos, buscamos una perfección o pensamos que ser felices es siempre estar en el lado que brilla, olvidando que para poder entender las sonrisas, hay que entender las lágrimas. Mientras más reprimimos el lado que sentimos “oscuro”, menos le damos la oportunidad de presenciar el otro con absoluta claridad.

Esto explica nuestra dualidad, pero ¿qué explica nuestra continua autodestrucción? La conciencia es lo que nos separa del reino animal. Somos los únicos seres vivos que se preguntan por qué existen, cuál es su propósito, cuál es su verdad. Es lo que nos hace cuestionarnos, avanzar. Sin embargo, hemos confundido evolución con separación. Creímos que ser superiores era alejarnos de lo natural, del instinto. Pero cuanto más nos distanciamos, más nos enfermamos. ¿Quién ha matado nuestro verdadero conocimiento? Ese que nos enseña que es más importante respirar que poseer. Es absurdo que destruyamos incluso lo que nos da vida. 

El ser humano no vino a ser perfecto, sino a aceptar su dualidad, a reconocer que somos parte del orden divino. Todavía no sé qué respondió Santiago, sigo en el taller… quizá porque la respuesta no está en él, sino en cada vez que aceptamos más nuestra naturaleza y entendemos que dentro de nosotros radica el mayor poder; poder elegir. 

Tal vez el ser humano no sea el error del universo, sino su intento más valiente ...

Dejándolo que elija AMAR sabiendo que puede destruir.

 

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1 comentarios

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Lyda
October, 22. 2025

Siempre saboreando estas reflexiones .Simplemente me encantan ✨Gracias

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